
Sé que muchas veces nos hemos sentido abrumados por la cantidad de trabajo o actividades que podemos llegar a tener en el día, sentimos estrés y ansiedad al ver que nos atrasamos o que las cosas no salen siempre como las planeamos. Y esto puede deberse a algo tan sencillo y complejo como es el no estar organizado de una manera eficiente.
Pero no te angusties, ahora mismo te enseñaremos de qué manera podemos ser más organizados en el trabajo y lograr cada una de nuestras metas.

1. Asegúrate de tener un horario en papel.
Es importante que te hagas un horario detallado de las actividades que tendrán lugar en tus jornadas laborales a lo largo de la semana, pero no solo eso. Este horario no debe existir tan solo en formato digital; plásmalo en papel, y ponlo en un lugar que tengas a al vista.

2. Detecta tus principales elementos de distracción.
En los trabajos que no son de tipo manual, es relativamente común perder tiempo casi sin darnos cuenta, debido a distracciones. Por ello, algo que ayuda controlar el tiempo es dedicar una o dos jornadas laborales a realizar anotaciones sobre aquello que nos ha distraído durante más de un minuto seguido, el momento en el que se ha producido la distracción, y su duración aproximada.

3. Agrupa tareas similares en bloques.
Agrupar en un mismo momento de la jornada de trabajo todas aquellas tareas que se parezcan entre sí, esto es una buena manera de realizarlas rápido y sin dejar pasar el tiempo, dado que una vez se ha empezado a hacer algo, es mucho más fácil que no cueste esfuerzo seguir hasta terminar con esa tanda de tareas. En cambio, tenerlas separadas entre sí en el horario del día hace que suban las probabilidades de que surjan interrupciones en el flujo de trabajo.

4 . Divide la jornada en varias metas.
Tener varias metas claras acerca de lo que tienes que conseguir al llegar determinada hora ayuda mucho a agilizar el ritmo de trabajo y a evitar que se te acumule todo en las últimas dos o tres horas. Para conseguirlo, por ejemplo, fíjate metas realistas acerca de lo que debes haber realizado al llegar la hora de almorzar, y al llegar al momento en el que solo te quedan dos o tres horas de trabajo.
Como puedes ver son pequeños ajustes a la jornada laboral que son de gran ayuda para poder mantener una mejor organización. Así como estás existen muchas más como llevar una agenda en el que anotes también las actividades que requieren más de tu atención pero que requieren más tiempo de realización.
Una buena organización siempre tendrá mejores resultados en tu trabajo y en el equipo con el que te encuentras.